martes, 12 de junio de 2018

Días de otoño


Días de otoño

Días grises y fríos
se desnudan los árboles,
de rojiza hojarasca se cubre la calle,
no hay trinos en las madrugadas,
las aves desplegaron sus alas
y fueron en busca de una primavera.

Se filtra una soledad en mi alma
se deshojan los días,
se suma la tristeza del paso de los otoños,
se gasta el corazón de tanto latir,
de tanto amar en soledad.
Agudiza en la piel el invierno
que lentamente se llevó la juventud,
suave hojarasca de recuerdos queda en las sombras
sombras de ayeres, erguidas y frescas.

Llovizna,  hace frío
en el jardín, aún quedan
verdores en algunas ramas,
hojas que se aprietan a los tallos
destinadas a morir,
cuando llegue  el invierno.

Hay una rama que guarda el nido
de una calandria y su pareja,
hoy revoloteaban sobre él, bajo la llovizna,
su trinar agudo me estremeció,
tal vez no busquen otro lugar
y se queden en mi  solitario jardín.

Días de Otoño
Estoy tras los cristales del ventanal
busco en el afuera, la vida que se va,
pasa ligera por mi mente,
recuerdos de primaveras,
toda yo, solía ser, océano, mar y playa,
tormenta, huracán y viento,
corría bajo la lluvia,
hasta encontrar el arco iris.

Hoy tengo el invierno en el alma
se escarchan los besos
que guardé para ti, sólo para ti,
se perdió la vehemencia
de ese amor único y sublime,
que guiaba mis manos
en un frío y oscuro teclado
para escribir tanto delirio,
tanto amor, tanta esperanza,
todo se llevó la vida, todo.


Alicia M Moreno
Derechos Reservados

12/06/2018


lunes, 4 de junio de 2018

Sabanas perfumadas..



Sabanas perfumadas

Las horas del viaje
se hacían  eternas,
la tormenta cubría el cielo
la lluvia caía en torrentes,
en los cristales de las ventanillas.

Todos los recuerdos
se agolpaban en mi mente,
tantos años de espera,
temblaban mis manos
y mi corazón latía muy fuerte.

Era como aquél día
cuando subí al micro
y lloré tanto, al ver que se alejaba
y no fui capaz de gritar y bajar,
correr hacía ti y abrazarte,
para no separarnos  jamás.

Sentía la misma sensación
el deseo de llegar y  mirarme
en tus ojos claros.
Pasaron tantos años, una vida,
nuestra vida.

Ahí estabas bajo la lluvia
esperando ansioso, con una sonrisa
tu voz llegó hasta mí,
mi nombre otra vez en tu voz,
el abrazo fue intenso, apretado
un llanto me anudó la garganta.

Y el beso fue intenso y  único
igual que ese beso del recuerdo
que no habían borrado los años,
fresco y con gusto a menta.

Compartimos sabanas perfumadas
de recuerdos tuyos y míos,
llantos y risas, caricias y ternura
y ese deseo infinito de ser dos en uno
y eso fuimos, en el abrazo apretado,
el respirar al unísono, 
junto al latido de nuestros corazones.

Más nuestro amor siempre será
sabanas perfumadas de pureza
de nuestra piel de cristal.

Alicia M Moreno
23/05/2018