El viejo árbol
Quizás sea un árbol
que envejece lentamente,
muriendo de cara al sol
día a día besa mi frente.
Voy dejando semillas
regadas con lágrimas,
hechas raíces en mi vida
ramas de mis entrañas
florecen como primaveras,
serán el mañana y más.
Hojas verdes de amor
los poemas quedarán,
anidando en las ramas
del árbol que he sembrado.
Me recordará el hijo
del hombre que sació,
su hambre en mi pecho
y se acunó en mi vientre.
Soy sombra fresca
para tu descanso,
cuando buscas el abrazo.
Seré voz eterna en la brisa
con el eco de mis versos,
cuando alguien los lea.
Y los otoños serán siempre,
eternas primaveras…
Cuando ya no esté..
Alicia M. Moreno
Derechos Reservados
26/03/2012
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