Soledad
A veces sentimos ese abrazo
o el fantasma del abrazo.
Desnuda el alma espera el beso,
entre sábanas de escarcha,
cuando la luz del día, atraviesa
la soledad,
de un cuarto cómplice del silencio.
Un silencio, que aturde las
sienes
y se vuelve escalofrío,
sombras y delirio,
y a veces, sólo a veces,
quiero vivir.
Alicia M. Moreno
Derechos Reservados
23/07/2013
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