UNA FLECHA...
Una flecha
Y estaba clavada en mi pecho
haciendo de mi corazón una llaga viva,
sólo era esa flecha que un día,
quedó ahí para siempre.
No reconocí lo que buscaba,
en medio de las palabras,
en cada rostro, en cada mirada,
te esperé cada 14 de Febrero.
Te esperé y nunca te habías ido
y fuiste tú, quién tiene las alas,
de mi alma que vivía en agonia,
llanto eterno de cada poesía.
Yo perdía la otra flecha
y tú la tenías,
clavada en el pecho,
esperando por mi.
Alicia M. Moreno
Derechos Reservados
10/02/2014
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