Eres mi sed en las noches desiertas
te deseo más que a la vida,
tempestades de furia en mi despiertas,
quiero sentir mi sed saciada.
Por el río dulce que te recorre,
soy el manantial que espera,
tu torrente de mar salubre
sentirte recorrerme entera,
mientras susurro tu nombre.
Ser el cause del deseo
único para tus ganas,
cierro mis ojos y te veo,
abrazado a mí en las mañanas,
amándonos con el mismo deseo.
Dejando la noche al descubierto
de la pasión que nos envuelve,
llena de tu mar en mi desierto,
y seguir el día deseándote,
hasta que la noche vuelve.
Y bebes en mi copa de río
para calmar tu sed
Alicia M. Moreno ...Argentina...
Derechos Reservados
17/12/2012
Crucé las arenas
inspirado en el tuyo. Besos cariñosos.
Crucé las arenas
que separan el mar del río.
Subí por su cauce
y busqué unos ojos de mujer.
Unas curvas que olvidé
en el mar de tus brazos
de piel canela siempre salados.
Me equivoqué de dirección.
Sin agua salada se endulzó
mi piel. Sin darme cuenta al
mirarme contemplaba rosales
donde antes habían escamas.
Escamas de mi piel que buscaban
a una hija de Neptuno,
capitana de un velero.
Como copos de nieve dejo esta
dulce tristeza
en la lluvia del varadero.
Playa blanca de pureza.
Sendero de un hombre
que quiso ser pez
y su sangre no dejó
nunca de ser
agua viva.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario