Se detuvieron los relojes y el amor surgió sereno, profundo, libre, como si siempre estuvo ahí, esperando por nosotros, lleno de palabras y caricias, ahogado de besos, deseos vibrantes se saciaron esas noches, tú tan mío y yo tan tuya, en los días de lluvias... Alicia M Moreno Derechos Reservados 16/03/2015
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