Sabanas perfumadas
Las horas del viaje
se hacían eternas,
la tormenta cubría el cielo
la lluvia caía en torrentes,
en los cristales de las ventanillas.
Todos los recuerdos
se agolpaban en mi mente,
tantos años de espera,
temblaban mis manos
y mi corazón latía muy fuerte.
Era como aquél día
cuando subí al micro
y lloré tanto, al ver que se alejaba
y no fui capaz de gritar y bajar,
correr hacía ti y abrazarte,
para no separarnos jamás.
Sentía la misma sensación
el deseo de llegar y mirarme
en tus ojos claros.
Pasaron tantos años, una vida,
nuestra vida.
Ahí estabas bajo la lluvia
esperando ansioso, con una sonrisa
tu voz llegó hasta mí,
mi nombre otra vez en tu voz,
el abrazo fue intenso, apretado
un llanto me anudó la garganta.
Y el beso fue intenso y único
igual que ese beso del recuerdo
que no habían borrado los años,
fresco y con gusto a menta.
Compartimos sabanas perfumadas
de recuerdos tuyos y míos,
llantos y risas, caricias y ternura
y ese deseo infinito de ser dos en uno
y eso fuimos, en el abrazo apretado,
el respirar al unísono,
junto al latido de nuestros corazones.
Más nuestro amor siempre será
sabanas perfumadas de pureza
de nuestra piel de cristal.
Alicia M Moreno
23/05/2018
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