Las llamas del alma.
Se convierte el alma en llamas,
que llegan hasta lugares remotos,
serás el que no las dejarás apagar,
cuando tus labios les den el aliento
a cada palabra escritas al amor,
caliente sangre de los versos,
tinta roja derramada en letras.
Laberinto encadenado de recuerdos,
siempre presente, vivos,
jamás envejecidos.
Quizás insignificantes, eso sí,
Talvez seas tú, o tú, o tú, o tú,
tantos, que con suspiros,
reavivarán las llamas,
de mis versos frescos y tan míos.
No los dejes morir,
cuando yo me haya ido,
seré llama siempre amando,
palabra y beso en tu boca.
Alicia M. Moreno
Derechos Reservados
16/10/2013
No hay comentarios.:
Publicar un comentario