Nuestras
manos…
Me hablaron tus manos
con la voz de la sangre ardiente,
de ese río caudaloso de tus venas,
cada latido un presagio,
son las campanadas del alma,
anunciando ese fuerte deseo,
que escondido bajo la piel,
nos lleva al delirio sagrado de amar.
Te hablaron mis manos
en la entrega pasional de mi ser,
recorriendo la humedad de tu deseo,
entrelazando los dedos, apretando,
hasta el gemido, silencioso
orgasmo,
hasta enrojecer las mejillas,
el reflejo de los ojos,
en esa mirada luminosa de lujuria.
Y fueron nuestras manos
las que se besaron, húmeda sal,
mientras recorría el éxtasis en las entrañas,
dolía el gozo de tanto amarnos,
superando todos los contactos del sexo,
nuestras manos, el deseo y el alma
y la pasión nos recorría por dentro,
sedienta la boca, agonizaban los besos.
¡Cuánto se amaron las manos!!
tanto deseo compartido,
recorriendo cada centímetro de nuestra piel,
acompañando nuestra mirada,
en total entrega de amor sublime .
Alicia M Moreno
Derechos Reservados
11/08/2015
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