Tarde de Domingo…
Ahí está la casa esperando
como lo hacía desde hace tantos años,
con la costumbre y el amor ensamblado,
donde en cada rincón están los sueños,
sueños que se trepan en su costado,
donde aún se escucha la risa de los niños.
Ahí está la casa, guardando largos días
y la aguda angustia del calendario,
el Domingo, se llena de alegrías,
luego se esfuma y gana el silencio,
ese sentir en el alma llena de agonías.
Y es ahí, en ese ocaso del día
que la tristeza busca huir lejos,
bajo el loco reír de los Domingos,
he sentido que mi alma, lentamente moría
suicidándose en los ocasos.
Alicia M Moreno
Derechos Reservados
Paloma Destacado del foro, Aires De Libertad
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