Camino en silencio una vereda oscura,
enmarca el cielo, el reflejo de la luna
busco en las estrellas, aquellos ojos
que se perdieron, en los inviernos.
Tengo tanto frío, y sigo caminando,
se congela el rostro, con el llanto,
que se desliza en lágrimas
¿Tendrán frío las almas?
Una brisa helada recorre mi piel,
como un presagio de soledad eterna,
¿Dónde estarán los besos de miel?
Esta noche de invierno me condena.
Llenando el corazón de penas,
¿Para qué regresar, sin abrazos
a un lecho perfumado de olvidos?
Se enfrían las azules venas,
de las manos sin caricias.
Tengo tanto frío,
quisiera escribir un poema,
feliz de primavera y no puedo,
tengo el invierno en el alma
¿Quizás algún recuerdo? ya no.
Y regreso a una soledad abrigada,
un cuarto donde el silencio aguarda,
se descuelgan palabras, calladas
en las paredes yacen amarradas,
esperando ser pronunciadas,
quizás de amor, o despedidas.
¡Tengo tanto frío! ¡Tanto!
Ya no siento el alma.
Alicia M. Moreno
Derechos Reservados
16/07/2011
