martes, 24 de enero de 2017

El tren de la vida.(Alicia y Germán)

El tren de la vida…

Escribo

Escribo el poema
y la luz parpadea
en la noche silenciosa.

La musa se desliza
en los ríos cálidos de tu mente,
se agiganta la ilusión
y llegando al alba estoy en ti.

Mi mano tiembla
cuando el lápiz se desliza,
y llega la luz del día.

La realidad despierta
y cabalga en la brisa de amanecida.

No me dejes marchar
apriétame muy fuerte
en los surcos de la tinta
y las palabras de tu alma,
no quiero que me arrase lo cotidiano.

Sonidos de la urbe
llaman a trabajar
se diluyen las ilusiones
se diluyen los sueños.

Las realidades
se ríen de mis horas
de poesía.

Yo soy tu poesía de amor
soy  el canto suave que acuna tus sueños,
te acaricio con la brisa que besa tu rostro,
soy la palabra del corazón del poeta.
No es risa es tristeza de ausencia

Pero el amor sigue en ella,
y navega hacia el puerto
de las ilusiones.

El hielo de la madrugada
clava la piel
como puñales al rojo vivo,
pero el poema las cicatriza.

Soy el poema que  besa tus penas
en mi dejas el hielo y los puñales,
más yo, soy ese puerto que te espera
somos dos corazones latiendo al unísono.

Deseos y anhelos
en los rostros
que viajan en la vida.

Corazones que laten en las calles.
Somos los pasajeros del tren de la vida
somos la voz de la gente que pasa en silencio.

Mujeres y hombres de jornadas,
con miradas ansiosas
en los sueños del vivir.

Somos la poesía, canto de amor
somos la palabra e ilusión de mujeres y hombres.
hemos subido al tren de la esperanza.

Adoro el tren de mis días
y sigo escribiendo
bajo la mirada de los pasajeros.

Será el poema nuestro pasaje de ida
será el poema nuestro canto eterno,
nuestras palabras,
seguirán con los demás pasajeros,
cuando bajemos,
por hoy, dame tu mano,
sigamos en el tren…

Germán Echeverría
Alicia M Moreno
Derechos Reservados


viernes, 20 de enero de 2017

Memoria...

Memoria…Para Mario...

Hoy te miro a los ojos
y los dos somos un paisaje
paisaje de invierno y nieve blanca,
caricia suave son tus manos,
tomadas de mis manos,
latido de la sangre que aún reclama,
aquellos besos de nuestros primeros años.

¡Ay, ay, memoria!
Que buena  eres conmigo,
me haces ver y sentir,
aquéllos ojos verdes, tan claros como el agua,
sobre mi piel que aún lo ama tanto,
aún veo sus manos blancas,
 haciendo un diminuto barco,
con la servilleta de papel.

Somos aquel sueño de amor
suspendido en las primaveras
de los tantos años de ausencias,
ilusiones que quedaron atrapadas
en el alma que no se rindió.

Memoria nuestra,
milagro de amor compartido,
qué importa si somos invierno y nieve,
si somos un paisaje bajo el cielo
y cuando nos miramos a los ojos,
somos primavera,
esa primavera que nos regala la memoria.


Alicia M Moreno
Derechos Reservados

20/01/2017

lunes, 16 de enero de 2017

Trigo maduro..






Tu corta cabellera,
cual soleado cereal,
germina dorada estela,
camino verde hacia el trigal.

 Pronto la tierra se labrará.
pero no habrá sobre ella una flor tan celestial,
como esa mirada que brilla en sus ojos
cuando la digo con vanidad,
mentiras que ojala fueran ciertas.

Engaños que hubieran verdad.
 en las voces del silencio,
que no queden por expresar,
cariños que aquí tengo del mismo
grillado cereal.

Francisco Rusafa  ...Español...


Seré el trigo maduro
y luego seré el pan de tu ilusión,
cantaremos entre los trigales
despeina el viento mis cabellos
.
Seremos nubes blancas de harina
sobre un campo bendecido,
allí donde la cosecha bautizará al labriego,
allí donde el labriego,
está tan cerca de Dios y la tierra.

No habrá bendición más pura
que ese pan de tus manos,
de tu sudor bajo el sol ardiente
ese canto del poeta soñador,
bordado de sol y lunas.

Alicia M Moreno
16/01/2017
Derechos Reservados

Mil gracias

querido Francisco,
gracias por esta amistad poeta
un abrazo y mi beso siempre..

domingo, 15 de enero de 2017

MUERTE DE LOS ÁRBOLES..




Muerte de los árboles

Verdadera guerra, traicionera
muere el árbol desangrado
lloran los pájaros, su canto de duelo
yacen las hojas muertas en el suelo
llora la tierra sin consuelo.

Busca un pájaro su nido
cuando la tarde oscurece,
más la rama  de su árbol ya no está,
su nido y sus crías están muertas
sobre la mortaja  gris y seca de la tierra.

Un viento de duelo
arrasa el rocío de la noche,
lágrima perdida de las hojas,
del follaje ausente.

Duro desierto, duele
corazón abierto, donde fue raíces,
cicatriz seca donde fue vida,
amaneceres sin trinos;
Manos mataron el árbol,
ese árbol que murió en su sombra.

Alicia M Moreno
15/01/2017
Derechos Reservados