Naturaleza…
Vivencia...
Te besa el viento
de la montaña helada
roza tus labios tibios
y se hace escarcha
la humedad del deseo.,
que brota de tu aliento.
Naturaleza y hombre,
amor y belleza.
Siento la brisa
en la cumbre de la vida
siento la tibieza del amor
y se prende el fuego
donde quedaron cenizas,
en el fogón de tu pecho.
Vivencia y amor
mirada y eternidad.
Deja que vuele el alma
hacía ese arco iris de colores,
luz y esperanza.
Sólo debes esperar,
que amaine la lluvia,
esa agua dulce que baña tu piel,
aroma de tierra húmeda.
Mira como pasan los pegasos
hacia el sueño infinito,
eternidad y gloria.
Siempre te espero,
a la sombra de un aromo,
esa fragancia que se combina
con el aroma de tu piel.
Se reflejará el sol en tus ojos
chispas verdes de pinares,
te arrullarán los trinos,
de las bellas aves,
que hacen nidos en las ramas.
Trinarán las aves en la rama del alma
la canción del amor infinito,
sus trinos serán melodías
que te elevarán,
a las alturas de lo divino.
Se pierde tu mirada en el horizonte
entre el cielo y la tierra,
en ese misterioso infinito,
que atrapa el pensamiento,
donde nace lo invisible.
Se diluye tu esencia de mujer
entre mi pena y mi sollozo,
en ese clamor del alma,
que está dentro de mí,
ahí donde se pierde la dulzura de un beso.
Alicia M Moreno
Germán Echeverría
01/06/2016
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