miércoles, 28 de mayo de 2014

Acaso..



Acaso…

Acaso no dejé nada de mí
no se sintió que amé con mi carne,
en cada día que nos separa
y el abismo se apodera del alma.

Acaso la palabra no recorrió
tu memoria y golpeó tus sienes,
fue sonido en tu voz y una lágrima de sal,
en tus ojos de agua clara.

Acaso fue un espejismo
en un desierto de infiernos,
donde el amor no florece,
en lirios y jazmines,
sólo la agrietada huella,
que un día fue ternura.

Acaso hemos dejado el cielo
sin saberlo, ciegos ante la luz,
de las estrellas que eran nuestras,
para caer en el infierno de negarnos.

Acaso el amor es indeleble
que no se borra del poema,
que te nombra al despuntar el alba,
agonizando en cada ocaso,
horizonte donde muere mi palabra.

Acaso el amor duele tanto,
sólo para no ser olvidado
y se anida en el alma,
para siempre.


Alicia M Moreno
Derechos Reservados
28/05/2014

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