sábado, 26 de octubre de 2013

Soñé…

Soñé…

Que olía a mar la noche
y una brisa húmeda  de sal,
rozaba mi rostro y un angelical
canto de sirenas arrullaban las olas.
Se posó la luna tan brillante,
en el manto azul del cielo,
mostrándome  mi desnudez,
tan blanca y fría.
Espejo de nácar reflejando ausencias,
no guarda huellas de ti la arena,
las borraba la ola con su lengua.
Y volvías a ser un espejismo,
en mi noche vacía,
navegar el mar de la sábanas,
escarchadas sin amor.
Te busqué en las paredes,
en los espacios donde se escondieron,
las palabras y los sueños,
sólo encontré la nada y el silencio.
Soñé que volvías
en las gaviotas  que volaban en la playa,
y todo era un sueño en el aire.
Desperté llamándote,
gritando tú nombre.
Ahora despierta sigo amándote.
En el mar del alma y la locura del viento.

Alicia M. Moreno
Derechos Reservados
26/10/2013


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