miércoles, 9 de abril de 2014

a Alicia, Otoño




a Alicia, Otoño

¿Como explicar el universo
cuando tu vientre aún no
ha sido descifrado?
¿De que materia son tus
cuerdas irrompibles?
¿De que fuente manan
tus notas persistentes
en este confuso concierto?
Esta tarde es de las citas,
llamada, arrebol en la fontana,
detener el tiempo quisiera
y desafiar al destino.

Pero vuelvo a ti mujer
que llevas un jardín
escondido, regado gota
a gota, con rocío de sudor
y dolor.
¡Cómo quisiera compartir
contigo todos los jardines
soñados y conocidos!

Callada bajo la torre callada,
parada para espejo de tulipanes,
besarse mudos en los viejos
caminos de los arrayanes.

En esta hora ya incierta
trepan las granadas guerreras
las almenas de mi alcázar

El agua y la tierra
se amanceban
de mi solaz
nace, dichosa, fresca la palabra

Miguel Cano
Derechos Reservados
Sevilla

Son cuerdas invisibles,
como el hilo de sangre,
que a mi alma guía al pasado,
haciendo música en la palabra,
que del ayer me busca.

Rosa casi negra,
se alimenta en mi corazón,
aguda espina sin amor,
se hace raíz escarchada.

¿Es qué hay jardines, dónde?
¿Cuál es el camino?
Quizás me he perdido,
en el laberinto cruel de la soledad.
Fue.
Cuando comencé a volar,
poniendo alas a las palabras,
donde encontré la libertad,
y se desnuda el alma,
en mi otoño,
camino de hojarasca rojiza,
y sólo la brisa me acompaña.

Alicia M Moreno
Derechos Reservados
09/04/2014


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