De esta alma encogida de penas
Se despliega, un huracán de sentimientos.
Cuando tu pluma libera versos y me condenas
A sumergirme, en el más cruel de los silencios.
Escribe mi pluma con mi roja sangre,
Palabras que acaricio con mis suaves dedos
Como acariciando, tus labios cuando las leas.
Desde mis entrañas, afloran versos dolidos
Tanto esperar el amor, que no ha llegado,
Llueven lágrimas de espera, en papiros viejos.
Nadie sabrá, del amor que guardan ellos,
De esta soledad que quema por dentro
Quizás sólo sepan de este amor,
Los ángeles del cielo.
¡No! no digas nada, quédate así amor.
Abrazado a mí, en silencio
No cuentes a nadie, que escribí estos versos.
Alicia M. Moreno
22-12-2010
Derechos Reservados
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Hermoso blog.
ResponderBorrarUn placer estar en tus letras.
Un saludo