domingo, 25 de agosto de 2013

El Ego…




El Ego…

Olvidar el barro,
de nuestra propia carne,
amasada con la baba del diablo,
que tantas veces cimbrea en las venas,
¿Sangre azul? Ya no existe,
Es sangre tan roja como la vergüenza,
que tal vez ya no existe, tal vez no.
Creerte menos que otros, es muy malo,
pero creer que eres más, eso sí, es muy, muy malo.
Ay, ay, que pena tan grande me da,
cuando al final desnudo mueras,
y no te pregunten siquiera,
si te pueden mirar o poder acomodar,
tu cuerpo en el crematorio.
Ahí serás como todos,
no hay pobres ni ricos, ni blancos ni negros,
ni grandes hombres, ni grandes mujeres,
pues todos estaréis muertos.
Eso sí, quizás sólo se destaque el precio,
de un féretro de lujo,
donde se destaque eso tan pedante de algunos,
y que pena, no podrás verlo ya,
será la muerte o es tu ego,
que cerró tus ojos antes de ser barro.
Quizás las almas purgando pecado,
marchen a la luz del perdón,
liberándose de tanto ego.
Libres de la ceguera,
de la eterna noche.


Alicia M. Moreno
Derechos Reservados
25/08/2013




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